¿Cómo será el 2023 para la industria de servicios en Chile?
La industria de servicios es uno de los sectores más dinámicos y diversos de la economía chilena, que abarca actividades como el comercio, el transporte, las telecomunicaciones, la educación, la salud, el turismo, la cultura y el entretenimiento, entre otras. Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), este sector representó el 57,5% del Producto Interno Bruto (PIB) del país en 20221, y empleó al 69,4% de la fuerza laboral2.
Sin embargo, la industria de servicios también ha sido una de las más afectadas por la pandemia del COVID-19 y sus consecuencias sanitarias, sociales y económicas. El confinamiento, las restricciones de movilidad, el distanciamiento físico y la caída de la demanda interna y externa han impactado negativamente en el desempeño y la rentabilidad de muchas empresas de servicios, especialmente las pequeñas y medianas.
En este contexto, ¿qué se puede esperar para el 2023? ¿Qué factores influirán en el crecimiento o decrecimiento de la industria de servicios en Chile? ¿Qué desafíos y oportunidades se presentarán para las empresas de servicios y asesorías?
Para responder a estas preguntas, se puede recurrir a distintas fuentes de información que proyectan escenarios posibles para el 2023. Una de ellas es el Informe de Finanzas Públicas del cuarto trimestre 2022, elaborado por la Dirección de Presupuesto (Dipres) del Ministerio de Hacienda3, que estima que la actividad económica crecería a partir del segundo trimestre de 2023, luego de una caída del PIB de un 0,7% en 2022. Según este informe, el sector servicios sería uno de los principales motores de la recuperación económica, con un crecimiento promedio anual del 4,1%.
Otra fuente es el estudio “Competencias, demanda por capacitación y búsqueda de empleo en un mercado laboral en recuperación”, realizado por el OTIC de la Cámara Chilena de la Construcción y el Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Pontificia Universidad Católica de Chile4, que se basa en tres encuestas representativas a nivel nacional, que abarcan a más de 19 mil personas en edad de trabajar. Este estudio revela que la tasa de participación laboral aún está por debajo del 63% alcanzado a inicios de 2020, y que el 89% de la población tiene acceso a internet, pero solo el 69% tiene una calidad mínima para realizar actividades en línea. Además, muestra que el 70% de las personas dicen que las capacitaciones “les han servido en gran medida”, y que el 87% cree que “tendrá efectos importantes en su desempeño laboral”.
A partir de estas fuentes, se pueden identificar algunos factores que influirán en el crecimiento o decrecimiento de la industria de servicios en Chile el 2023:
- Avance del proceso de vacunación contra el COVID-19 y el control de la pandemia, que permitirán una mayor apertura y normalización de las actividades económicas y sociales.
- Impulso fiscal y monetario del Gobierno y del Banco Central, que buscarán estimular la demanda agregada y el consumo interno.
- Reactivación del comercio internacional y el aumento del precio del cobre, que favorecerán las exportaciones y los ingresos fiscales.
- Adaptación e innovación tecnológica de las empresas de servicios, que les permitirán ofrecer productos y servicios más eficientes, competitivos y personalizados a sus clientes.
- Inversión en capacitación y reconversión laboral por parte de las empresas y los trabajadores, que les permitirán desarrollar nuevas competencias y habilidades para enfrentar los cambios del mercado laboral.
Estos factores plantean tanto desafíos como oportunidades para las empresas de servicios y asesorías. Entre los desafíos se encuentran:
- Recuperar la confianza y la lealtad de los clientes, ofreciendo productos y servicios seguros, accesibles y de calidad.
- Aprovechar las ventajas competitivas y diferenciadoras de cada empresa, segmento y nicho de mercado, frente a la competencia nacional e internacional.
- Incorporar las nuevas tecnologías y tendencias digitales en los procesos, productos y servicios, para mejorar la productividad, la eficiencia y la experiencia de los clientes.
- Gestionar los recursos humanos, financieros y materiales de manera óptima, para reducir los costes, aumentar los ingresos y generar valor agregado.
- Cumplir con las normativas y regulaciones vigentes y futuras, tanto nacionales como internacionales, relacionadas con la calidad, la seguridad, la salud, el medio ambiente y la responsabilidad social.
Entre las oportunidades se encuentran:
- Ampliar y diversificar la oferta de productos y servicios, adaptándose a las necesidades y preferencias de los clientes actuales y potenciales.
- Explorar nuevos mercados y canales de distribución, tanto dentro como fuera del país, aprovechando las oportunidades de internacionalización y globalización.
- Establecer alianzas estratégicas y redes de colaboración con otros actores del sector público y privado, para generar sinergias, complementariedades y economías de escala.
- Fomentar la capacitación continua y el desarrollo profesional de los trabajadores, para mejorar sus competencias, motivación y compromiso con la empresa.
- Implementar prácticas de gestión de calidad, innovación y sostenibilidad, que generen una ventaja competitiva y una reputación positiva para la empresa.
En conclusión, el 2023 será un año clave para la industria de servicios en Chile, que dependerá en gran medida de la evolución de la pandemia del COVID-19 y sus efectos en la economía.
Sin embargo, también será un año lleno de desafíos y oportunidades para las empresas de servicios y asesorías, que deberán adaptarse e innovar para seguir creciendo y satisfaciendo a sus clientes.
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